El color tiene un profundo impacto en nuestro estado de ánimo. Cada color tiene su propia longitud de onda y se puede utilizar para la sanación de trastornos físicos causados por las emociones. El terapeuta propone elegir tres colores entre ocho tarjetas de color. La elección le proporciona las claves de lo que no está en equilibrio en la vida.
Una botella de vidrio azul llena de agua y dejada al sol se usa para tratar el insomnio. Vestir ropa de ciertos colores o sentarse bajo una luz de determinado color son formas de esta terapia.
El rojo se utiliza para tratar la impuntualidad, el amarillo ayuda a liberarnos de problemas de difícil resolución, el verde relaja y el violeta colabora para superar las adicciones.
De que se trata la terapia del color y la luz
Hay personas que sufren de depresión estacional. En el invierno, al atardecer, cuando el sol baja y se hunde en el horizonte, ocurre lo mismo con muchas personas.
La ciencia médica ha revelado que si estas personas pasan varias horas al día bajo luces de amplio espectro, la depresión desaparece. Esa luz nos ayuda a regular nuestro reloj biológico, que rige las pautas de sueño y producción hormonal.
La luz natural es beneficiosa para la mente y el cuerpo. Pocas cosas hay más reconfortantes para el espíritu que pasear por un escenario pacífico de la naturaleza. Quizá sea el momento de decidirnos a pasar más tiempo al aire libre, observando el amanecer o el atardecer, para afirmar nuestra paz interior.
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